Bienvenidos

Buscando mi SER espero ayudar a otros igual que otros muchos me ayudaron a mi antes.

MI COMPROMISO: La verdad, casi toda la verdad y nada más que la verdad. Lo que escribo es lo ocurrido o sentido en cada momento, en el preciso momento en que lo registré en mi cuaderno o mi camara de fotos.

Y si quieres te lo digo en verso:
Puedes creértelo o no, // no es mi problema, es el tuyo, // lo que cuento sucedió, // sólo narro lo que vi, // lo que sentí y descubrí, // partiendo de mis lecturas, // mi experiencia y mi tesón. // Si te gusta, bienvenido // a este mi mundo interior. // Si te aporto, ya me alegro, // de hacer un mundo mejor. // Pero si ese no es el caso, // no tengo más que decir...


lunes, 21 de febrero de 2011

OK >> Día 15 - Arcos - Logroño y final en Navarrete + 42 Km = 324 Km

El más largo hasta ahora, una locura que al final no me pasó factura. Desde la salida a la llegada 10 h 50'

Empieza la jornada, previsto llegar a Logroño
Comienzo a andar a las 07:50 después de tomar una bebida a base de sésamo (por fin lo termino). De entrada paso por la iglesia de Arcos y salgo por el Portal del Castilla, cruzo la carretera y al camino. Enseguida me pasa un ciclista, me adelanta... da la vuelta, quiere hablar un rato... es José del país vasco, que va haciendo el camino en bici, por tramos, durante los fines de semana. El sol está apareciendo en el horizonte y José se aleja.  Hago unas bonitas fotos de la salida del sol... y uno en la foto los dos tipos de energía más habituales en nuestras vidas, el sol y la central eléctrica... ha quedado precioso el sol detrás de las torretas y postes de la central, una fusión de las energías que nos facilitan la vida.
Los pajarillos esta mañana están más dispuestos al acercamiento, hasta puedo grabar un vídeo con sus cantares alegres... y sigo caminando, con el sol detrás, mi sombra se alarga sobre los verdes campos, el cereal va creciendo... los olivos y viñedos salpican de vez en cuando el camino.


La paja empacada forma una enorme muralla que me sirve para enmarcar al siguiente pueblo "Sansol".

Voy con ganas, hasta Sansol camino fácil y mañana soleada y preciosa. Paso Sansol y bajo a Torres del Río, me habían dicho que allí había un buen albergue.


El desayuno y la compañía de Joan
Pues allí desayunaré... Entro en el primero que encuentro y buena y mala suerte; la mala... nada que comer, sólo café con leche... OK, me quedo. Nos presentamos e intercambiamos nuestros e-mails. Paco, de Martorell, me cuenta que ha recorrido muchos sitios, está montando un albergue nuevo y me ayuda en todo lo que necesito (cargar la batería -he salido desbocado fotografiándolo todo-, la tienda... derecha y luego izquierda...). Estando allí, aparece Joan, de Girona, el que me pasó el día anterior cuando hablaba con mi nieta (no es coreano, yo estaba en otra cosa cuando lo vi pasar).


De allí salimos juntos Joan y yo y nos fuimos contando muchas cosas, nuestro pasado, nuestro presente y nuestras inquietudes... disfrutamos subiendo y bajando y al rato encontramos a Santiago y Gador (unos de los de Estella). Saludos, fotos y nosotros seguimos.  Llegando cerca de Viana, nos pasan unos ciclistas y nos avisan que los de atrás tienen un gorro, es el mío, se me ha caído y no me percaté... la charla concentró mi atención.  Bueno, pienso "cuando pare a comer llegarán y lo rescato".

Llegamos a Viana, fotos a su magnífica iglesia, el ayuntamiento... y Joan se queda a comer. Yo compro una cerveza y sigo; compré pan en Torres del Río y llevo comida suficiente... a ver si me quito algo de peso.

El reencuentro con Simón, la comida y ...
Saliendo de Viana encuentro de nuevo a Simón y caminamos un rato juntos, hasta que me paro a comer... él sigue. Hablo por móvil con Santiago y aclaramos la situación para recuperar mi gorro, quedamos a la noche en Navarrete... después de Logroño. No importa, aunque tenga que hacer más kilómetros hoy, no hay ningún problema, los 30 hasta Logroño se me empezaban a quedar cortos... con más de 15 Kg encima y llevo una media superior a 4,5 Km hora... me siento muy bien y los pies lo aguantarán.

Acabando de comer llega Joan y volvemos a caminar juntos hasta que él necesita parar, algo que requiere su tiempo... bien, yo seguiré porque voy a Navarrete... pues yo me quedaré en Logroño, me dice Joan. Despedida... hasta pronto y cada uno a su ritmo, mi principal premisa en el camino... cada uno debe hacer "su camino".


Logroño 
Llego a Logroño solo y sin haber encontrado aún a  "la mujer de mi vida"... estará más adelante....
Duro paso por Logroño... el río, monumentos, fotos... no me gusta nada la señalización en una buena parte del recorrido, aunque me guía sin problemas. Ya a la salida, lo que menos me gusto... varios kilómetros de duros adoquines y camino de cemento... al lado una senda de tierra, hecha por los peregrinos que huimos del cemento. La senda de tierra o hierba, con muchos alti-bajos, bancos en medio, a veces imposible por los cipreses que no dejan pasar...
 
Desde aquí pido al Ayuntamiento de Logroño que nos habiliten un camino de tierra junto a su llano y perfecto camino de cemento... después de muchos kilómetros, la dureza de los adoquines o del cemento nos machaca los pies.

A por el tramo final.
Con los pies ya doloridos (más de 7 horas andando), pregunto cuando me queda... ¡imposible saberlo!, cada uno dice una cosa, no hay carteles de distancias, ni planos del camino, desde que entré en La Rioja (asunto a mejorar con muy poquito dinero, solo hace falta voluntad... pregunten a los de Navarra, es una buenísima referencia) y encima llevo mis documentos en la mochila, atrás, error que al final me ayuda. Mentalización y a seguir, sin prisa pero sin pausa... sé que está detrás del cerro y la cima del cerro aún está lejos.

Y cuando llego a lo alto del cerro, "una gran cruz" y miles, muchos miles de cruces más, en las vallas de los dos lados del camino, sobre todo en la que separa el camino de la autopista. Luego me enteré que esa carretera se llama "la calle de la cruz". Cuantos miles de cruces (de Cristo), cuando dolor se acumula sobre esas vallas, cuando sufrimiento... metros y metros de valla, quizá más de 2 kilómetros, con cruces apiñadas, desde arriba hasta abajo, en cada centímetro de esa ... valla. Yo no pude por menos de revelarme... y puse una cruz... pero no la del "Cristo crucificado"...

lo que puse fue un aspa, una especia de "x", esa señal que nos indica, en los senderos, que hemos elegido el camino equivocado. Mi amiga, la sabia, me decía con frecuencia que la iglesia magnifica la crucifixión y apenas incide en la resurrección. Tiene razón, así lo sentí cuando hice esos kilómetros cargados de cruz y sufrimiento, eso no es liberación, eso es dolor... y al final genera más dolor, sufrimiento y miedo. No pretendo que los demás piensen como yo... solo expreso aquí lo que yo sentí en ese tramo del camino.

Y pasado ese "mi particular calvario", aunque el camino era cuesta abajo, ya me voy acercando a mi destino para hoy, Navarrete. Me animo, acelero el paso, saco bonitas fotos de la puesta de sol..., quedo con mis amigas de Burgos para el sábado. Llegando a Navarrete veo a una pareja con niña y perro, nos saludamos, me desean buen camino y... sigo acelerando, incluso cuesta arriba... por fin entro en el pueblo y consigo encontrar el albergue... los pies están doloridos pero aguantaron bien los 42 Km y las casi 11 horas de camino (paré menos de una hora entre desayuno y comida).

La cena y algo más
Me ducho, reparo un poco los pies y me voy a buscar una cerveza (también un montadito). Hago una sopa y repongo fuerzas. Allí comparto rato y vídeo (el de los caballos), con Santiago y Gador; ya tengo el gorro con la concha del peregrino y ya solo me falta, para completar el día, ver el partido... a ver si pincha el Barcelona.  Gran partido, pelea hasta la extenuación y ganó el que más calidad tuvo... lucha igualada pero la calidad es la calidad y Messi culmino la jugada que evitó acortar distancias a mi equipo... aún queda mucha liga.

Vuelvo al albergue me acuesto y descanso perfectamente. El cansancio físico no da oportunidades a las luchas internas (ya casi olvidadas), ni a ninguna otra circunstancia perturbadora (hoy no oigo ni los ronquidos, aunque haberlos, seguro que los hubo).