Bienvenidos

Buscando mi SER espero ayudar a otros igual que otros muchos me ayudaron a mi antes.

MI COMPROMISO: La verdad, casi toda la verdad y nada más que la verdad. Lo que escribo es lo ocurrido o sentido en cada momento, en el preciso momento en que lo registré en mi cuaderno o mi camara de fotos.

Y si quieres te lo digo en verso:
Puedes creértelo o no, // no es mi problema, es el tuyo, // lo que cuento sucedió, // sólo narro lo que vi, // lo que sentí y descubrí, // partiendo de mis lecturas, // mi experiencia y mi tesón. // Si te gusta, bienvenido // a este mi mundo interior. // Si te aporto, ya me alegro, // de hacer un mundo mejor. // Pero si ese no es el caso, // no tengo más que decir...


lunes, 28 de febrero de 2011

OK >> Día 23 - Rabé de las Calzadas a Castrojeriz + 29,2 = 477 Km (la mitad)


 El sol y la nieve (el comienzo de la mañana)
La mañana parecía bastante normal, fría pero soleada. Salgo para empezar a andar, unos minutos después que Juan Francisco. Me entretengo haciendo fotos con la luz del día a la iglesia y a la fuente y a las 08:25 empiezo a caminar. Todo bien, los dos pies ya sanos y la carga ya ni se nota, forma parte de mi cuerpo, es como si me hubiera salido joroba y se me hubiera puesto en pocos días una tripa cervecera...

Me voy acercando a Juan Francisco y justo cuando lo alcanzo empiezan a caer unas gotas, de agua nieve... a ponerse el chubasquero-capa... mientras me lo pongo, empieza a arreciar aquello... y además el viento; me tengo que parar para poder ponerme bien la capa y atarme el gorro... Juan Francisco sigue andando... aquello va a más, está nevando... miro para atrás y el sol sigue encima de Rabé... increíble pero cierto: a la vez vemos el sol por detrás y la nieve nos azota el costado derecho.


Se estaba cumpliendo uno de mis deseos para el camino: quiero de todo, lluvia, viento, frío y hasta nieve. Sólo duró 15 ó 20 minutos pero llego a dejar los campos y los lados del camino blancos. En mi chubasquero durante algunos minutos quedaron los copos de nieve y después el viento se los llevo.

El café que no pudo ser
Juan Francisco se queda atrás y yo sigo a buen paso, la mañana es fría pero el sol va ganando la batalla y las nubes negras quedaron atrás. Disfrutando de la vista de los campos nevados y parando de vez en cuando a hacer alguna foto, voy avanzando hacía el primer pueblo del día "Hornillos del Camino". Confío en que allí habrá un bar y podre desayunar; no lo hice en el albergue porque así paro a la hora y media o dos horas y descanso un poco. Llego al mencionado pueblo y allí está el cartel "Bar a 150 m". Pues sí, el bar estaba allí "Bar Manolo"... pero CERRADO. Un lunes y cerrado... no hay mucha consideración con los peregrinos en este pueblo. No me rindo y lo intento en otras puertas: casa rural, hostal y hasta varias puertas de particulares: nadie me abrió ni tuve la oportunidad de calentarme el cuerpo.


Al menos un banco para sentarme al sol y tomarme algunas rosquillas que compré ayer en Burgos... y para que pasen mejor, agua de la botella de la riñonera. Más adelante lo completé con un plátano. YA SABEIS PEREGRINOS, SIEMPRE HAY QUE LLEVAR ALGO DE COMER Y BEBER PARA SALIR DEL PASO CUANDO LOS MANOLOS NO DAN LA TALLA.

La comida en Hontaras (Burgos)
El camino es largo hasta el próximo pueblo... largo y duro por el gélido viento que a veces casi te saca del camino de la fuerza que trae. Bien abrigado y con buen ánimo me voy aproximando poco a poco al objetivo para la comida: Hontanas. Allí hay más garantías, hay albergue y sabemos que está abierto. Como llevo cosas en mi riñonera para hacerme algo y comer, no habrá ningún problema.

Me paro en algún momento, a resguardo del aire... charlo con mi hermana por el móvil y antes de la una de la tarde ya estoy en Hontanas. Hay varios sitios donde elegir, pero yo voy directo al albergue. Allí me encuentro a Antoni el polaco. Buscamos la cocina y él se queda preparando la comida mientras yo voy a buscar pan.

Los comercios cerrados. Entro en "Bar el Descanso" y allí pregunto si me harían una "Sopa Castellana" y si me venderían pan. La señora muy amable me da media barra de pan y me promete una rica sopa en media hora. Vuelvo al albergue, leo el periódico y a la media hora... de vuelta a por mi sopa. Tuve que esperar un poco pero finalmente mi cacito se lleno de una sopa calentita... pido una cerveza y a comer al albergue.

Durante la espera, tengo la oportunidad de conocer a Cesar (el marido de Pilar), que me dice que es el alcalde del pueblo; también conocí y charle con Mariano, que me dice que allí cultiva unas estupendas lentejas... me dan unas pocas para probarlas; las haré un día de estos y ya les diré a ellos si me gustaron. Por si os interesa ahí van sus datos: 
http://www.casaeldescanso.com/  info@casaeldescanso.com
Funcionan como Casa Rural y como restaurante y bar.  Tnos. 947377035 y 606137989

¿Qué como estaba la sopa castellana de Pilar?  Rica, rica y calentita que eso ayer se agradecía muchiiiiisimo. Tan agradecido quedé, que tuve que volver para tomar café y despedirme.

El paseo de la tarde
Por la tarde el paseo era más corto, el viento seguía soplando pero menos y el camino no era especialmente difícil. Total que poco a poco voy quitándome kilometros de enmedio y llego a las ruinas del Convento de San Antón s. XV. Muy curioso lo del convento y la carretera. El convento se ve que está abandonado desde hace tiempo y la carretera pasa por medio.



Desde allí ya se divisa, al fondo, el castillo y el pueblo de Castrojeriz. A seguir para llegar, pero antes fotos a la oca equilibrista que está encima de un tejado. A las demás, detrás de la valla, no las pude ver pero sí oirlas. Era una granja donde supongo había todo tipo de animales.




Castrojeriz y los otros peregrinos
En una media hora más en Castrojeriz. Paso por sus iglesias y tomo fotos (ex-colegiata de Santa Mª del Manzano y Santo Domingo).


Allí veo un albergue privado y sigo en busca del municipal. Lo encuentro más adelante y cuando entro, están en obras y además los ordenadores apagados. Llamo al que vi antes y me vuelvo allí, donde Juan José me recibe, me incluye en sus registros y me facilita todo lo necesario para que mi estancia sea agradable y pueda descansar bien de la dura jornada.

Al rato llegan dos chicas, Eva e Isabel. Ellas son de Cambrils, empezaron en Tortosa (camino del Ebro) y van en bici. Salen a dar un paseo, ver los monumentos y de paso compran algo para la cena. A su vuelta se ofrecen para hacer la cena mientras yo sigo con el blog. Sopita jardinera del sobre que puse yo, ensalada, risoto y morcillas del Castrojeriz y de final un poco de lomo y el resto del queso Idiazabal que compré en Estella. Quedamos saciados y satisfechos y a otra cosa. Ellas a descansar y yo me fui al otro albergue a ver a los compañeros conocidos. Aún dedique un rato más con el blog... 

QUE TAREA MAS COMPLICADA:  Hacer el camino, disfrutar de los compañeros y además, dedicar un montón de horas para contarlo todo. Bueno, así lo decidí y así lo haré hasta el final.