Comienzo a caminar y a los 5 minutos noto el calor del sol a mi espalda. Me vuelvo y sucede algo que me hace pensar, sentir algo desconcertante en mi interior; al mirar hacia atrás, al sol que acababa de salir, lo que veo es una enorme cruz de piedra, que estaba en la rotonda que acababa de pasar. ¡La cruz me impide ver la luz del sol!" Tengo que dar unos pasos para poder saludar al sol. Este hecho relacionado en mi mente con lo que llevo leído de "El poder del ahora", genera en mi interior una revisión profunda del significado de la cruz, de las enseñanzas religiosas recibidas, del sacrificio y el sufrimiento, la resurrección y todas las vivencias que he tenido a lo largo de mi vida (de niño estudié 5 años con los frailes "Mercedarios Descalzos").
Lo ocurrido me hizo más consciente de la necesidad de cambiar mi actitud para afrontar mi vida de ahora en adelante, para alejarme aún más del miedo. Siempre sopeso lo que hago para tratar de valorar si estoy actuando de forma correcta. Hasta ahora, mi educación religiosa había tenido una gran influencia en el resultado de mis valoraciones. Sin embargo, "ahora" empiezo a notar una mayor libertad de pensamiento, un menor condicionamiento de mi pasado a la hora de valorar el presente: lo que me sucede "ahora", en cada momento del presente.
La caminata de la mañana
Después de interiorizar lo sucedido con "La Cruz y la Luz", recupero mi caminar y voy encontrándome con la naturaleza, las primeras personas del día, caballos preciosos, saludos desde los coches en la carretera, patos en el arroyo y... el primer pueblo... a desayunar en Bruges. Desayuno, charla con algún cliente que habla español y me pide le deje mi rutómetro para ver por donde va mi camino y al salir... el olvido; de pronto viene el camarero corriendo hacia mi con mi bordón; merci messieu.
Lo ocurrido me hizo más consciente de la necesidad de cambiar mi actitud para afrontar mi vida de ahora en adelante, para alejarme aún más del miedo. Siempre sopeso lo que hago para tratar de valorar si estoy actuando de forma correcta. Hasta ahora, mi educación religiosa había tenido una gran influencia en el resultado de mis valoraciones. Sin embargo, "ahora" empiezo a notar una mayor libertad de pensamiento, un menor condicionamiento de mi pasado a la hora de valorar el presente: lo que me sucede "ahora", en cada momento del presente.
La caminata de la mañana
Después de interiorizar lo sucedido con "La Cruz y la Luz", recupero mi caminar y voy encontrándome con la naturaleza, las primeras personas del día, caballos preciosos, saludos desde los coches en la carretera, patos en el arroyo y... el primer pueblo... a desayunar en Bruges. Desayuno, charla con algún cliente que habla español y me pide le deje mi rutómetro para ver por donde va mi camino y al salir... el olvido; de pronto viene el camarero corriendo hacia mi con mi bordón; merci messieu.
Las sendas, Patou y el tejón dormido
Por una senda preciosa, voy descubriendo los robles, los castaños que me obsequian con sus frutos, las vacas curiosas.
Acaba el camino y empieza una carretera local que me lleva al siguiente pueblo, donde descubro a Patou (el mastín de los pirineos). Dos preciosos ejemplares defienden la granja donde las ovejas producen la leche que luego permite obtener ese riquísimo queso de los pirineos atlánticos que incorporo a mi dieta por unos días: la Mme. de la granja me lo vende y me desea buen camino.
Era media mañana y el desvío ahora me lleva a una senda estrecha, preciosa, flanqueada por árboles y matorral. Allí es donde me encuentro con "el tejón dormido"; le saco una foto y le dejo allí como estaba, durmiendo a pesar de que el sol ya le acariciaba su torso brillante.
El arroyo y la hiedra
La senda del tejón quedó atrás... otro rato de carretera y de nuevo otra senda que baja hasta el fondo por donde corre un arroyo. Agua, frescura, calor del sol, árboles altísimos que buscan la luz y el deseo de descansar un rato. Desmonto mi equipaje y saludo al sol mientras respiro de forma consciente, pausada y profundamente. Sensaciones enriquecedoras del espíritu y relajación física y mental. Tumbado en el suelo, en contacto con la tierra, la araña me acompaña un rato, inspecciona mi pantalón y luego se va. Las hiedras suben y suben.. buscan la luz y tocar el cielo... ellas no pueden pero mi vista llega más lejos a través de ellas y mi cámara recoge el momento. Me siento libre, relajado y reconfortado por el contacto con la tierra, el calor del sol y la visión del cielo azul con algunas nubes, allí enmarcado entre los altos árboles invadidos por la hiedra. Desearía quedarme allí toda la mañana pero no es posible.
Hay que seguir, el camino es largo y la jornada aún tiene muchas otras sensaciones que te están esperando. Cargo mi equipaje y continúo. Las vacas me saludan, los pajarillos me entretienen... el camino precioso, robles, castaños y unas enormes matas de acebo. Cuando salgo de la senda, ya por carreteras locales, este bonito día me trae un pensamiento... desde hace tiempo yo utilizo el slogan "make it easy", pero es en este momento cuando realmente encuentro el significado de ese slogan, que no es otro que: estar en el AHORA y ser YO (el auténtico). No dejarme manipular por el entorno, ni por mi mente manipuladora, que siempre encuentra alguna forma de hacerme ver que me conviene esto o lo otro pero siempre complicando las cosas más de lo necesario. Y siguen apareciendo vacas que posan y el perro guardián que come un trozo de pan de mi mano... ¡Qué mañana tan preciosa!
Al rato, me percato que ando escaso de agua y me acerco a una granja a ver si me llenan la botella.
Allí me reciben los dos perro, ladradores pero confiados, no dan muestra alguna de agresividad. La Mme. sale y en francés le pido el agua; mientras vuelve con la botella llena, me entretengo fotografiando y disfrutando de los animales: vacas, burro, gallinas, gallos, ocas... una preciosidad pero todo lleno de suciedad de los animales (olor a granja y efectos en las botas). La amable Mme. me da la botella y en francés dice que confía en que Dios se lo premiará; le digo que "oui" y en cualquier caso le doy muchas "mercis".
Sigo, ya con agua, y vuelvo al camino (la carretera). Antes de llegar a Sainte Colome pido al Universo una manzana (no llevaba fruta). Veremos a ver si aparece...
El aviso de los caballos
Vuelvo a entrar en otra senda, en otro bosque y veo que hay efectos del viento en la zona. Antes de llegar a una curva, oigo el relincho de unos caballos... y al dar la vuelta, encuentro un obstáculo en el camino, un árbol caído que tengo que saltar. Los caballos se acercan a la valla del prado donde se encuentra y nos comunicamos de forma fácil (fotos y más fotos). Estoy en la zona más alta del bosque y va siendo hora de comer. Encuentro el lugar ideal, un hueco entre los árboles me permite ver un pueblo lejano. Dejo mis cosas sobre el prado y me saco una de mis deliciosas latas de sardinas que llevé desde Calpe. Bocata sardinas que sabe a gloria y además chorizo y queso del de la Mme. de los Patou, más un plátano. Esto es disfrute total, goce en grado máximo... Sensaciones increíbles: paz, alegría, sensibilidad, emoción desbordada... me siento liberado de todo lo que realmente ha rodeado mi vida en los últimos tiempos.
La liana y la mariposa que se dejó acariciar
Me tumbo sobre la hierba y observo el gran árbol que tengo al lado. Observando veo una rama recta, desde lo alto del árbol al suelo... ¿Qué es esto?... Una liana, con un recorrido inverosímil: arriba del árbol con varias ramificaciones, luego bajaba casi hasta el suelo totalmente recta, pero antes de tocar el suelo, se curva y sube, se engancha en otro árbol pequeño, hace mil filigranas enredada con otras lianas y acaba escondida en el suelo entre un gran ovillo de lianas... IMPRESIONANTE.
Estaba entretenido con la liana, cuando miro a mis cosas y veo a una mariposa amilla sobre la gorra y la cinta que me pongo en la frente para que empape mi sudor. Se posa en la cinta y está libando mi sudor... me acerco y me permite casi tocarla... levanta el vuelo y vuelve... se va y vuelve una tercera vez y ocurre lo imposible: me acerco lentamente, con suma suavidad, muy poco a poco y me deja tocar con mi dedo sus alas, una, dos y hasta tres veces paso mi dedo por la parte superior de sus alas juntas, antes de que levante el vuelo... no sé como describiros la sensación, pero podría parecerse a lo que sentí cuando tuve a mis hijos en mis manos por primera vez, un escalofrío recorrió mi cuerpo y tuve que tomar aire y respirar a fondo para poder creerme lo que ocurrió allí, en el monte que rodea Arudy y Servignac... el emotivo episodio de: La liana y la mariposa
En la parte superior derecha, dentro del circulo de la cinta blanca, ahí está "la Mariposa"
En la parte superior derecha, dentro del circulo de la cinta blanca, ahí está "la Mariposa"
El rodeo de Arudy
Una vez volví a la normalidad, cargue mis trastos y seguí el camino. Al final me confundí en algún sitio y en vez de ir hacia Arudy, acabe en Servignac (hay un desvío del camino que sigue por Servignac sin pasar por Arudy) y fue el que me llevo hasta allí. Como no entraba en mis planes seguir, tuve que coger la carretera y bajar a Arudy. Compro pan y un dulce, pregunto por la casa de la Mme. Noiget y después de andar por varias calles, acabo encontrándola.
para comunicarme con mis hijos. Alzo la vista, miro a la pared y... allí está la manzana que pedí por la mañana. No se puede comer, pero está en la placa de la plaza junto a la casa donde dormiré: Place de la Pomme D'Or
No había ningún sitio con internet, pero, en la oficina comunal de Pau, una chica muy amable me permite utilizar su teléfono para llamar a mi hijo y darle noticias de mi paradero. Me tomo una cerveza y a casa a cenar.
La noche (la lucha conmigo mismo)
A la 01:28 de esa noche me despierto. Acabo de tener un sueño que recuerdo perfectamente, con todo detalle. Lo anoto en mi cuaderno y de entrada me lo creo... pienso que debo hacer algunas llamadas al día siguiente para confirmar si el problema de mi sueño existe realmente o no.
En mi sueño, un amigo (José C), tiene un problema con alguna persona de su entorno y la tensión que existe está generando problemas graves a esa persona, que está sumida en una depresión que puede generarle problemas graves. Mi mente manipuladora me hace creer que es necesario que yo haga algo para evitar que la situación empeore... mi "yo mismo" está tratando de manipularme, no me deja descansar, halaga mi vanidad y quiere seguir prevaleciendo sobre mi, sobre mi SER.
De día mi mente manipuladora ya no tiene ninguna posibilidad de actuar ya que estoy constantemente consciente y en el AHORA, cada instante soy consciente de todo lo que ocurre a mi alrededor en cada momento, no pienso en el pasado ni me desplazo al futuro... sigo las recomendaciones de E.Tolle y vivo solo en el presente. Pero cuando me acuesto, aún no sé controlar a esa mente que tanto me ha torturado durante los últimos años. Poco a poco iré aprendiendo a dominarla en cualquier circunstancia, este sueño me pone en guardia para tratar de conocer sus trucos, más pronto que tarde prevalecerá mi YO sobre mi yo mismo.
Me vuelvo a la cama y me situo en el presente... percibo el sonido de los cencerros de las vacas que supongo descansan en el prado junto a la casa donde yo duermo. De esta forma concilio perfectamente el sueño de nuevo y duermo hasta que suena el despertador.
La noche (la lucha conmigo mismo)
A la 01:28 de esa noche me despierto. Acabo de tener un sueño que recuerdo perfectamente, con todo detalle. Lo anoto en mi cuaderno y de entrada me lo creo... pienso que debo hacer algunas llamadas al día siguiente para confirmar si el problema de mi sueño existe realmente o no.
En mi sueño, un amigo (José C), tiene un problema con alguna persona de su entorno y la tensión que existe está generando problemas graves a esa persona, que está sumida en una depresión que puede generarle problemas graves. Mi mente manipuladora me hace creer que es necesario que yo haga algo para evitar que la situación empeore... mi "yo mismo" está tratando de manipularme, no me deja descansar, halaga mi vanidad y quiere seguir prevaleciendo sobre mi, sobre mi SER.
De día mi mente manipuladora ya no tiene ninguna posibilidad de actuar ya que estoy constantemente consciente y en el AHORA, cada instante soy consciente de todo lo que ocurre a mi alrededor en cada momento, no pienso en el pasado ni me desplazo al futuro... sigo las recomendaciones de E.Tolle y vivo solo en el presente. Pero cuando me acuesto, aún no sé controlar a esa mente que tanto me ha torturado durante los últimos años. Poco a poco iré aprendiendo a dominarla en cualquier circunstancia, este sueño me pone en guardia para tratar de conocer sus trucos, más pronto que tarde prevalecerá mi YO sobre mi yo mismo.
Me vuelvo a la cama y me situo en el presente... percibo el sonido de los cencerros de las vacas que supongo descansan en el prado junto a la casa donde yo duermo. De esta forma concilio perfectamente el sueño de nuevo y duermo hasta que suena el despertador.