Salgo sobre las 08:00 y empiezo la marcha, más ligero de equipaje que otros días. Larga caminata por la carretera, desayuno cuando ya llevo 11,5 Km (menos mal que estaba abierta la cafetería). Café, madalenas, periódico y relax durante media hora.
Sigo la marcha, tengo sueño (no dormí mucho); me siento un rato, descanso y charlo por teléfono. Continuo hasta llegar a la entrada de Lugo (sobre las 14:00).
Hay que subir desde el río Miño hasta lo alto de la ciudad, ir viendo y haciendo fotos, buscar donde comer y el albergue. Todo eso me lleva casi una hora... sobre las 15:00 me pongo a comer y después.. el café al sol, la siestecita (la primera de mi aventura) y la ducha.
Cena y a dormir para estar más descansado mañana. Hoy de momento estoy solo en Lugo por lo que parece que la noche será tranquila.
Pensaba yo que la noche iba a ser tranquila porque estaba solo... pero no fue así. Una Rosa apareció en mi noche para turbar mis sentidos, una Rosa que me llego al fondo de mi corazón y ... (lo demás forma parte de nuestra intimidad, aunque algún día lo contaré en el libro).
Día 44 - Vuelta a Portomarín (1+27-5= 23 Km)
La mañana antes de partir de Lugo
Pensaba yo que la noche iba a ser tranquila porque estaba solo... pero no fue así. Una Rosa apareció en mi noche para turbar mis sentidos, una Rosa que me llego al fondo de mi corazón y ... (lo demás forma parte de nuestra intimidad, aunque algún día lo contaré en el libro).
Día 44 - Vuelta a Portomarín (1+27-5= 23 Km)
La mañana antes de partir de Lugo
Ayer, anticipándome a los acontecimientos escribí: "Saldré como siempre y directo a Portomarín. Por la tarde a disfrutar de esa ciudad, hacer fotos y alguna gestión pendiente".
¡Pues nada de eso, va a ser que no! La noche cambió mis planes y hoy me levanto relajado y descansado a pesar de que me costó dormir después de que la Rosa me llegara al corazón. Sobre las 8 salgo en busca del café y las noticias, sigo con más fotos y visitas a lugares de esta maravillosa ciudad que aún no había descubierto y hago tiempo para que habrán el sitio donde conectarme a internet.
Saco mi tarjeta de embarque para volar de Santiago a Alicante (allí ya me esperan y empiezo a tener prisa por llegar) y me pongo con el blog. Después cargaré mi mochila y me iré a Portomarín para seguir el camino de Santiago donde lo deje el sábado.
La vuelta a Portomarín
Salgo de Lugo sobre las 11:50 y antes de llegar a la carretera me encuentro con una señora mayor, muy amable, que está cavando su huerta. Pregunto si las plantas espigadas con hojas como de berza son los grelos. Ella deja su azada, se acerca a la valla y me dice que sí, pero que también sirven las hojas de los nabos. Al preguntarle su nombre se confirma mi apreciación: ella es Amable, hasta de nombre, sus padres ya lo presentían. Me contó que era soltera y que tiene sobrinos... al final me deja hacerle una foto para mi álbum del camino.
Sigo y veo a otra señora que está plantando su huerta y me explica y veo los secretos para que se den buenas patatas. Ayer la vi lavándolas partidas en trozos. Hoy veo como las siembre, como prepara los surcos para obtener una buena cosecha... la foto solo a la huerta.
Salgo a la carretera y voy subiendo la cuesta. Hoy complicado, por la carretera y además están asfaltando algunas zonas, lo que dificulta mi marcha.
Algo antes de las 2 p.m. paro para comer. Me salí por un camino que ya conocí ayer a la ida. Del camino a un precioso prado y allí apoyado en la valla de piedra monto el picnic. Sabrosísimas zamburiñas en salsa de almejas y alguna cosilla más, a la vez que voy vaciando la lata de cerveza... comida placentera, pero no tanto como la charla previa por teléfono... con ella, la Rosa de mi jardín.
Acabada la comida, sigo el camino y me encuentro con Inés. Charlamos, le cuento cosas y me deja hacerle una foto, pero solo de medio cuerpo... está dando de comer a las vacas y no está muy presentable. Se acaba el camino y de nuevo a la carretera... en el kilometro 10 a recoger el guante que me deje cuando estuve descansando ayer. La gorra que se me perdió ayer no estaba allí, pero un poco más adelante, en Lousada, me regalan otra ¡ Gracias !
Y con tanta cosa se me hace tarde... había quedado con alguien en Portomarín sobre las 6 y tuvo que venir a recogerme en coche cuando me faltaban 5 Km para llegar; esos 5 los resto de mi caminata desde Lourdes.
El albergue y la noche
Cuando llego, tarde para lo habitual, veo mucho movimiento, muchos peregrinos. De entrada me ducho y hago la colada; después la cena, deprisa que pronto hay que ir a la queimada. Nada más entrar en el dormitorio un peregrino que estaba allí, Fernando, me dijo que si quería ir a una queimada, que se iba a organizar algo antes de las 9 pm... allí estaré, le dije.
La queimada quedo estupenda, el sabor incomparable... pero faltó el conjuro y la magia. Muchos de los presentes estaban en otras cosas y así no puede ser...
Hoy la lista de peregrinos que anoté en mi cuaderno es extensísima:
> De Melilla: Rocío (Roncesvalles)
> De Madrid: Fernando (este año de O'Cebreiro pero ya lleva 11), Carlos y Guadalupe (Sarria), Casandra (Ponferrada) Verónica (Sarria y anteriormente Roncesvalles) e Inma la de Móstoles (Ponferrada)
> De O'Cebreiro: Irene (Pamplona)
> De Barcelona: Laura y Gemma (Roncesvalles)
> De la Universidad de Valladolid: 7 preciosas chicas que han acabado la carrera de medicina y ahora hacen el camino desde Sarria. Ellas son: Elisa, Virginia y Laura de Valladolid, Raquel y Sara de Palencia, Lorena de Vitoria e Irene de Alcalá de Henares.
> De Valladolid: Pilar (Sarria)
> De Inglaterra: Rebeca de Lancashire (Pamplona)
> De Alemania: Micaela y Jan (St Jean P.P.), Volker de Colonia que lleva 83 días de camino desde Paderborn, Walli (Zamora) y Karen de Hamburgo que empezó en Rabé de la Calzada (pasado Burgos).
> De Finlandia: Hilkka (Sahagún)
> De EEUU: Colin (León)
Y había alguien más que no anote porque se llenó el dormitorio donde yo estaba y a los últimos los mandaron a otro. Nunca antes había dormido con tantos peregrinos. No obstante, la noche en general fue tranquila, más no para mi... había otras cosas en mi cabeza, otras sensaciones que me despertaron y me impulsaron a mirar mi móvil y a contestar correos mucho antes del amanecer... todo para seguir soñando, aunque para ello tenga que pasar un buen rato en un frío pasillo.
¡Pues nada de eso, va a ser que no! La noche cambió mis planes y hoy me levanto relajado y descansado a pesar de que me costó dormir después de que la Rosa me llegara al corazón. Sobre las 8 salgo en busca del café y las noticias, sigo con más fotos y visitas a lugares de esta maravillosa ciudad que aún no había descubierto y hago tiempo para que habrán el sitio donde conectarme a internet.
Saco mi tarjeta de embarque para volar de Santiago a Alicante (allí ya me esperan y empiezo a tener prisa por llegar) y me pongo con el blog. Después cargaré mi mochila y me iré a Portomarín para seguir el camino de Santiago donde lo deje el sábado.
La vuelta a Portomarín
Salgo de Lugo sobre las 11:50 y antes de llegar a la carretera me encuentro con una señora mayor, muy amable, que está cavando su huerta. Pregunto si las plantas espigadas con hojas como de berza son los grelos. Ella deja su azada, se acerca a la valla y me dice que sí, pero que también sirven las hojas de los nabos. Al preguntarle su nombre se confirma mi apreciación: ella es Amable, hasta de nombre, sus padres ya lo presentían. Me contó que era soltera y que tiene sobrinos... al final me deja hacerle una foto para mi álbum del camino.
Salgo a la carretera y voy subiendo la cuesta. Hoy complicado, por la carretera y además están asfaltando algunas zonas, lo que dificulta mi marcha.
Algo antes de las 2 p.m. paro para comer. Me salí por un camino que ya conocí ayer a la ida. Del camino a un precioso prado y allí apoyado en la valla de piedra monto el picnic. Sabrosísimas zamburiñas en salsa de almejas y alguna cosilla más, a la vez que voy vaciando la lata de cerveza... comida placentera, pero no tanto como la charla previa por teléfono... con ella, la Rosa de mi jardín.
Y con tanta cosa se me hace tarde... había quedado con alguien en Portomarín sobre las 6 y tuvo que venir a recogerme en coche cuando me faltaban 5 Km para llegar; esos 5 los resto de mi caminata desde Lourdes.
El albergue y la noche
La queimada quedo estupenda, el sabor incomparable... pero faltó el conjuro y la magia. Muchos de los presentes estaban en otras cosas y así no puede ser...
Hoy la lista de peregrinos que anoté en mi cuaderno es extensísima:
> De Melilla: Rocío (Roncesvalles)
> De Madrid: Fernando (este año de O'Cebreiro pero ya lleva 11), Carlos y Guadalupe (Sarria), Casandra (Ponferrada) Verónica (Sarria y anteriormente Roncesvalles) e Inma la de Móstoles (Ponferrada)
> De Barcelona: Laura y Gemma (Roncesvalles)
> De la Universidad de Valladolid: 7 preciosas chicas que han acabado la carrera de medicina y ahora hacen el camino desde Sarria. Ellas son: Elisa, Virginia y Laura de Valladolid, Raquel y Sara de Palencia, Lorena de Vitoria e Irene de Alcalá de Henares.
> De Valladolid: Pilar (Sarria)
> De Inglaterra: Rebeca de Lancashire (Pamplona)
> De Alemania: Micaela y Jan (St Jean P.P.), Volker de Colonia que lleva 83 días de camino desde Paderborn, Walli (Zamora) y Karen de Hamburgo que empezó en Rabé de la Calzada (pasado Burgos).
> De Finlandia: Hilkka (Sahagún)
> De EEUU: Colin (León)
Y había alguien más que no anote porque se llenó el dormitorio donde yo estaba y a los últimos los mandaron a otro. Nunca antes había dormido con tantos peregrinos. No obstante, la noche en general fue tranquila, más no para mi... había otras cosas en mi cabeza, otras sensaciones que me despertaron y me impulsaron a mirar mi móvil y a contestar correos mucho antes del amanecer... todo para seguir soñando, aunque para ello tenga que pasar un buen rato en un frío pasillo.
