Hoy me quedo toda la mañana en Villares de Órbigo. Belén me preparó el desayuno y una vez lo acabo, me pongo con internet a ver mis asuntos y a acabar de poner al día el Blog. Hoy por fin pondré todo lo que me faltaba ¡YA ESTA TODO EL TEXTO EN EL BLOG, NO FALTA NINGUNA ETAPA!
Comeré las lentejas que preparé ayer y que me regalaron en Hontanas. Luego llamaré a Mariano para darle mi opinión sobre sus lentejas ¡por el olor y la textura una vez cocinadas parece que merecen un sobresaliente!
Una ensalada de pasta rica, rica ... y las lentejas para los cuatro del albergue: Belén, Pablo, Chema y yo. Todos dieron buena nota a las lentejas (como materia prima) y al plato de lentejas que cociné ayer con un poco de jamón y chorizo picante de León. Pablo fue el único que puso algún pero, un poco fuertes (por el chorizo picante).
Después del postre a tomar café a casa de Eloy. No sé si por el vino o por las prisas, pero quería entrar por una puerta que no era la correcta (está condenada)... risas y buen rollo cuando por fin llego a la barra por la puerta correcta. Allí están además una pareja joven que entre cachondeo y risas me dicen llamarse Diana e Israel. Eloy va a buscar a otro enganchado del camino y me lo presenta: Luis de la Comunidad de la Esperanza de Hospital de Órbigo. Al rato llega Chema y el cachondeo va en aumento... café, orujo, risas y mi despedida... tengo prisa por encontrarme con Lee en Astorga (Luis me recomienda su albergue y allá me dirijo).
La marcha a través del camino, hasta Astorga
Después de las despedidas, a las 16:25 reemprendo la marcha hacia Santiago. Voy pensando en encontrarme con Lee y en el tiempo que tardaré (le dije a Luis que antes de las 7 p.m., entre menos 10 y menos 7, estaría allí... y él me dijo que no sería capaz). Retos a mi!!!!
Pues me lo puse aún más difícil, porque no vi las señales y para llegar a Santibañez de Valdeiglesias hice por lo menos 1 Km más. No pasa nada, me dije... a apretar un poco más y seguirá siendo posible. De las cuestas que me anunció Luis no tuve noticia... simples tachuelillas que no detuvieron mi ritmo. Después un tramo llano en la planicie, con una casa-albergue que casi ni vi, iba como una moto y así me lo hizo saber el hospitalero.
Y como siempre, después de subir, toca bajar... más ritmo y llego a San Justo de la Vega y ya voy viendo Astorga. A las 7 menos 10 minutos estoy en lo alto del paso de peatones verde que me anunció Luis... Le llamo y no me coge el móvil. Un par de minutos después estoy en el albergue de Lee y la puerta está cerrada. Hablo con Luis, me manda el teléfono de Lee y al rato estoy en el albergue, ¡Gracias Luis y Lee!
Mientras Lee vuelve a Astorga a acabar con sus compromisos, aprovecho para ducharme y hacer la colada (lo de todos los días). A su vuelta, mientras me hago la cena, ella enciende la chimenea. Me ofrece vino y algo de embutido... ceno, mientras la chimenea empieza a tirar y después la sobremesa con pastas junto al fuego. Un placer para el caminante... las cosas del camino, unos días pintan bastos y otros oros.
Noche tranquila, seguro, soy el único peregrino del albergue.