Desayuno en el albergue, demoro la salida lo más posible y me voy a tomar otro café para hacer tiempo a que abran a las 10:00 el sitio donde me han dicho que puedo usar internet gratis.
Allí llega Lucia y abre a la hora prevista. Me pongo a completar los días pendientes en el Blog, charlo con ella, le regalo algunas palabras que escribí hace unos meses y también el nombre de mi blog. Desde aquí le doy las gracias a Lucia y al Centro Comarcal A Ulloa que me han permitido seguir poniendo al día mi blog.
Cuando acabe, cogeré mis trastos y a Melide. Allí me han dicho que es obligatorio comer pulpo a feira y yo no me voy a resistir aunque ya lo comí ayer. Si hay que repetir el pulpo, pues se repite, se saborea y se queda entre los mejores recuerdos, que para eso también se hace el camino.
Mañana equilibrada, 2 horas y media de internet y otro tanto de camino... y al final, lo previsto, el pulpo estaba esperando. Antes subir y bajar y pocas cosas fueron pasando: algunos peregrinos que saludé, algunas fotos que tomé y algunos pueblos que pasé. Lo mejor una iglesia románica: Santa María de Leboreiro y el puente de Furelos.
La comida y la sobremesa
Me llaman por la ventana y no me queda opción, el pulpo me está llamando y allí entro. Unos peregrinos que se van y otro que llega y ocupa su lugar. Allí está Juan comiendo su pulpo y me uno a él para charlar y conocernos. Juan es de Navarra y empezó ya hace 4 años en Roncesvalles. La comida rica, la charla amena y después los postres y los chupitos. En eso estábamos cuando entran dos preciosas peregrinas, jóvenes y españolas... las invitamos a sentarse con nosotros y nos devuelven la moneda... bueno pues cambiamos nosotros de mesa. Las presentaciones y las recomendaciones... ellas son Bea y Silvia de Madrid y empezaron en Sarria.
Mientras comen, charlamos y vamos conociéndonos... la confianza va creciendo y las confidencias van surgiendo... les cuento de mi experiencia en el camino y ellas van contando las suyas. Silvia quiere algo muy especial y nos lo va contando, está a mi lado y sobre todo es a mi a quien me hace más confidencias, cosas muy íntimas que nos van uniendo, que van poniendo a flor de piel las emociones. La charla empezó a tocar todas las fibras sensibles de nuestros cuerpos y eso me llevo a escribir al amanecer lo que indico más adelante, mi mensaje para Silvia. Ella escribió en mi libreta el siguiente mensaje: "Te diré que sin amor no hay vida y que lo que no me mata me hace fuerte; son dos de las frases que recorren mi cuerpo y dos de las cosas que me hacen seguir con mi vida cada dia. Con cariño desde el camino, Silvia". Gracias Silvia, yo te lo agradezco en mi nombre y en de todos los que tengan la oportunidad de leerlas en este blog.
Mi mensaje para Silvia
Hoy te vi, y tu alegría (y la de Bea), me iluminó ¿o fueron los chupitos? Dos preciosas chicas jóvenes de Madrid y dos peregrinos que ya se iban y por causalidad se quedaron enganchados allí, en casa de Ernesto (la Pulpería A Garnacha), a seguir retroalimentándose mutuamente, juventud con veteranía, blanca belleza con tez morena y surcos que dejó el paso del tiempo; en ambos casos alegría e ilusión por llegar a Santiago.
La charla fue como un río bravo de montaña, excavando las orillas, lamiendo cada roca que encontró, moviendo cada piedra descuidada, remolinos de pasión, de alegría y de dolor, promesas y deseos, ilusiones y certezas, risas y lágrimas y dudas... las que nos acompañan siempre, desde que nacemos hasta que nos vamos ¿o no? ¡Pues no! Hay momentos en la vida que se acaba con la duda, nadie dice que sea fácil, pero no es imposible, igual que no es imposible dormir dos horas y media sobre un banco de madera y despertar como nuevo, descansado, relajado, con alegría e ilusión, con ganas de gritar al viento:
¡ Sí, Silvia, lo lograrás! podrás cumplir tu promesa, podrás vencer tu tristeza y sabrás lo que has de hacer. Saldrás del cuerpo del dolor y lo harás desde la consciencia, serás capaz de soltar las amarras, de abandonar el sufrimiento y anular esos pensamientos que te tienen atrapada... soltarás amarras y navegarás a favor del viento y la nueva brisa que surgirá de ese proceso de transmutación nutrirá las velas para que tu velero surque el mar y tu vida sea plena y maravillosa... y ya renacida, olvidarás las dudas, la tristeza y el sufrimiento, y destilarás alegría por esos ojos que, húmedos como los míos, compartieron charla y chupitos, sonrisas y lágrimas una tarde de primavera en casa de Ernesto, en el camino que pasa por Melide.
Más peregrinos vendrán y nuevas historias se entrelazaran tomando el caldo y el pulpo o lo que sea. Y algún día, espero que no muy lejano, de nuevo Silvia y Atilano se sentarán en Melide a celebrar que sus sueños ya lo dejaron de ser, las promesas ya cumplidas, las ilusiones vividas, las vidas ya renovadas. Volveremos al camino y yo te acompañaré y dejaremos la piedra en la Cruz de Ferro y te presentaré a José y Ana en Las Herrerías (y disfrutaremos de su cocina) y después, juntos, entraremos en la cueva donde Paulo Coelho se quedó dormido... subiremos O'Cebreiro y te presentaré a Remedios en el Poio y después de Triacastella te llevaré por el río, te toparas con S.Cristovo do Real, el pueblo que está metido en el río, y verás desde arriba el majestuoso Monasterio de Samos... y entraremos, y si Julia sigue allí, ella nos lo explicará, y veremos a María, si sigue en la Biblioteca... y seguiremos y después de Sarria y antes de llegar a Portomarín te enseñaré el Paraíso, en la Bodeguilla de Mercadoiro te presentará a José y disfrutaremos de su música, que alimenta el alma, y su comida exquisita nos alegrará los sentidos... disfrutaremos de la paz y la armonía de ese maravilloso lugar y además... la noche, la magia de la noche en la bodeguilla que disfrutaremos tu y yo y los que nos acompañen y más peregrinos... y allí también celebraremos, con una queimada que lo hemos conseguido ¡ Qué los sueños se han convertido en realidad, que las dudas ya se fueron y vivimos libres y felices, cada uno por su lado pero con un nexo común: El Camino que lo hizo posible ! y seguiremos andando para llegar a Portomarín y de allí regresaremos al punto de nuestro primer encuentro: La Pulpería de Ernesto, donde nuestros caminos confluyeron en una tarde de primavera, la del 23 de marzo de 2011.
La noche
La comida se alargó hasta casi las 7. Después fui al albergue, me registré deje las cosas y fui a comprar algo para la cena. A la vuelta conocí a Jordi, de Barcelona, que empezó a caminar en Astorga. Charla interesante sobre el camino y el nuevo pensamiento, sobre libros y autores, nuevas aportaciones para tratar de profundizar más cada día en conocerme a mi mismo y a los demás, en tratar de llegar a los demás a través de la palabra.
La cena y a intentar dormir, cosa nada fácil con el albergue lleno de gente muy diversa. No pude dormir por tanto movimiento y tanto ronquido. Al final busque un rincón en el comedor y me acomodé para dormir como pude hasta que desperté y me puse a escribir el mensaje para Silvia. Después, creo que sobre las 4 a.m. volví al dormitorio y las aguas estaban más calmadas... me metí en la cama y pude dormir otro par de horas o algo más.
Allí llega Lucia y abre a la hora prevista. Me pongo a completar los días pendientes en el Blog, charlo con ella, le regalo algunas palabras que escribí hace unos meses y también el nombre de mi blog. Desde aquí le doy las gracias a Lucia y al Centro Comarcal A Ulloa que me han permitido seguir poniendo al día mi blog.
Cuando acabe, cogeré mis trastos y a Melide. Allí me han dicho que es obligatorio comer pulpo a feira y yo no me voy a resistir aunque ya lo comí ayer. Si hay que repetir el pulpo, pues se repite, se saborea y se queda entre los mejores recuerdos, que para eso también se hace el camino.
La comida y la sobremesa
Me llaman por la ventana y no me queda opción, el pulpo me está llamando y allí entro. Unos peregrinos que se van y otro que llega y ocupa su lugar. Allí está Juan comiendo su pulpo y me uno a él para charlar y conocernos. Juan es de Navarra y empezó ya hace 4 años en Roncesvalles. La comida rica, la charla amena y después los postres y los chupitos. En eso estábamos cuando entran dos preciosas peregrinas, jóvenes y españolas... las invitamos a sentarse con nosotros y nos devuelven la moneda... bueno pues cambiamos nosotros de mesa. Las presentaciones y las recomendaciones... ellas son Bea y Silvia de Madrid y empezaron en Sarria.
Mientras comen, charlamos y vamos conociéndonos... la confianza va creciendo y las confidencias van surgiendo... les cuento de mi experiencia en el camino y ellas van contando las suyas. Silvia quiere algo muy especial y nos lo va contando, está a mi lado y sobre todo es a mi a quien me hace más confidencias, cosas muy íntimas que nos van uniendo, que van poniendo a flor de piel las emociones. La charla empezó a tocar todas las fibras sensibles de nuestros cuerpos y eso me llevo a escribir al amanecer lo que indico más adelante, mi mensaje para Silvia. Ella escribió en mi libreta el siguiente mensaje: "Te diré que sin amor no hay vida y que lo que no me mata me hace fuerte; son dos de las frases que recorren mi cuerpo y dos de las cosas que me hacen seguir con mi vida cada dia. Con cariño desde el camino, Silvia". Gracias Silvia, yo te lo agradezco en mi nombre y en de todos los que tengan la oportunidad de leerlas en este blog.
Mi mensaje para Silvia
Hoy te vi, y tu alegría (y la de Bea), me iluminó ¿o fueron los chupitos? Dos preciosas chicas jóvenes de Madrid y dos peregrinos que ya se iban y por causalidad se quedaron enganchados allí, en casa de Ernesto (la Pulpería A Garnacha), a seguir retroalimentándose mutuamente, juventud con veteranía, blanca belleza con tez morena y surcos que dejó el paso del tiempo; en ambos casos alegría e ilusión por llegar a Santiago.
La charla fue como un río bravo de montaña, excavando las orillas, lamiendo cada roca que encontró, moviendo cada piedra descuidada, remolinos de pasión, de alegría y de dolor, promesas y deseos, ilusiones y certezas, risas y lágrimas y dudas... las que nos acompañan siempre, desde que nacemos hasta que nos vamos ¿o no? ¡Pues no! Hay momentos en la vida que se acaba con la duda, nadie dice que sea fácil, pero no es imposible, igual que no es imposible dormir dos horas y media sobre un banco de madera y despertar como nuevo, descansado, relajado, con alegría e ilusión, con ganas de gritar al viento:
¡ Sí, Silvia, lo lograrás! podrás cumplir tu promesa, podrás vencer tu tristeza y sabrás lo que has de hacer. Saldrás del cuerpo del dolor y lo harás desde la consciencia, serás capaz de soltar las amarras, de abandonar el sufrimiento y anular esos pensamientos que te tienen atrapada... soltarás amarras y navegarás a favor del viento y la nueva brisa que surgirá de ese proceso de transmutación nutrirá las velas para que tu velero surque el mar y tu vida sea plena y maravillosa... y ya renacida, olvidarás las dudas, la tristeza y el sufrimiento, y destilarás alegría por esos ojos que, húmedos como los míos, compartieron charla y chupitos, sonrisas y lágrimas una tarde de primavera en casa de Ernesto, en el camino que pasa por Melide.
Más peregrinos vendrán y nuevas historias se entrelazaran tomando el caldo y el pulpo o lo que sea. Y algún día, espero que no muy lejano, de nuevo Silvia y Atilano se sentarán en Melide a celebrar que sus sueños ya lo dejaron de ser, las promesas ya cumplidas, las ilusiones vividas, las vidas ya renovadas. Volveremos al camino y yo te acompañaré y dejaremos la piedra en la Cruz de Ferro y te presentaré a José y Ana en Las Herrerías (y disfrutaremos de su cocina) y después, juntos, entraremos en la cueva donde Paulo Coelho se quedó dormido... subiremos O'Cebreiro y te presentaré a Remedios en el Poio y después de Triacastella te llevaré por el río, te toparas con S.Cristovo do Real, el pueblo que está metido en el río, y verás desde arriba el majestuoso Monasterio de Samos... y entraremos, y si Julia sigue allí, ella nos lo explicará, y veremos a María, si sigue en la Biblioteca... y seguiremos y después de Sarria y antes de llegar a Portomarín te enseñaré el Paraíso, en la Bodeguilla de Mercadoiro te presentará a José y disfrutaremos de su música, que alimenta el alma, y su comida exquisita nos alegrará los sentidos... disfrutaremos de la paz y la armonía de ese maravilloso lugar y además... la noche, la magia de la noche en la bodeguilla que disfrutaremos tu y yo y los que nos acompañen y más peregrinos... y allí también celebraremos, con una queimada que lo hemos conseguido ¡ Qué los sueños se han convertido en realidad, que las dudas ya se fueron y vivimos libres y felices, cada uno por su lado pero con un nexo común: El Camino que lo hizo posible ! y seguiremos andando para llegar a Portomarín y de allí regresaremos al punto de nuestro primer encuentro: La Pulpería de Ernesto, donde nuestros caminos confluyeron en una tarde de primavera, la del 23 de marzo de 2011.
La noche
La comida se alargó hasta casi las 7. Después fui al albergue, me registré deje las cosas y fui a comprar algo para la cena. A la vuelta conocí a Jordi, de Barcelona, que empezó a caminar en Astorga. Charla interesante sobre el camino y el nuevo pensamiento, sobre libros y autores, nuevas aportaciones para tratar de profundizar más cada día en conocerme a mi mismo y a los demás, en tratar de llegar a los demás a través de la palabra.
La cena y a intentar dormir, cosa nada fácil con el albergue lleno de gente muy diversa. No pude dormir por tanto movimiento y tanto ronquido. Al final busque un rincón en el comedor y me acomodé para dormir como pude hasta que desperté y me puse a escribir el mensaje para Silvia. Después, creo que sobre las 4 a.m. volví al dormitorio y las aguas estaban más calmadas... me metí en la cama y pude dormir otro par de horas o algo más.